Estoy en plan: ¡A TOPE!, y diréis: ¿Pero que dice la loca esta?
¡Que no!, que no me he quedado "chalá" de tanto hornear, que es que cuando cuando tienes un par de días malos, pues lo mejor es intentar hacerte feliz pero el doble, y me fui de compras...y me he comprado un vestido más mono, y bueno, para no sentirme mal por gastar, pues le he comprado pijamitas a mi bebé precioso y dos camisetas a mi amor, así que todos felices.
¡Que no!, que no me he quedado "chalá" de tanto hornear, que es que cuando cuando tienes un par de días malos, pues lo mejor es intentar hacerte feliz pero el doble, y me fui de compras...y me he comprado un vestido más mono, y bueno, para no sentirme mal por gastar, pues le he comprado pijamitas a mi bebé precioso y dos camisetas a mi amor, así que todos felices.
Además se acercan las vacaciones de Chris, y estoy eufórica, una semana para estar en familia, aún no me lo creo, así que la semana que viene le intentaré dar vacaciones al horno, aunque creo que la adicción me superará y terminaré horneando aunque sea unas galletitas, o unos cupcakes, o un bundt cake, o una pizza, o lo que sea, pero vaya que una semana ese horno no se apaga que se muere de pena.
Os traigo una receta vegana, quiero ser universal en mi blog y llegar a todos vosotros, para que no tengáis escusas para no hacer mis recetas.
Así que vamos allá:
Minicupcakes veganos de chocolate:
- 140 g harina
- 50 g cacao en polvo sin azúcar
- 1 cdita. bicarbonato
- 1/2 cdita. levadura
- 1 pizca de sal
- 225 ml leche de soja
- 1 cdita. vinagre de vino
- 160 g azúcar
- 160 ml aceite de girasol
- 1 cda. pasta de vainilla
Precalentamos el horno a 160 º y ponemos las capsulas de minicupcakes en un molde de minicupcakes (creo que repito mucho la palabra minicupcakes), o bien, untáis con mantequilla y espolvoreáis con un poco de harina los huecos de las capsulas del molde.
Ahora mezcláis harina, cacao, levadura, bicarbonato y sal en un bol, lo tamizáis y reserváis. Batís el azúcar con el aceite e incorporáis la leche de soja, el vinagre y la pasta de vainilla; cuando tengáis una mezcla homogénea, lo echáis en el bol de los ingredientes secos y removéis hasta que todo este uniforme.
Llenamos las capsulas con media cucharada en cada hueco y horneáis unos 25 minutos más o menos, o hasta que al pinchar un palillo, este salga sin migas pegadas y limpio.
Los dejamos enfriar en una rejilla y mientras tanto preparamos nuestro frosting.
Frosting de chocolate vegano:
Con las varillas de la batidora mezclamos a velocidad baja la margarina y el azúcar glasé bien tamizado durante un minuto (la margarina sacadla en ese momento de la nevera sino se pone demasiado blanda y no sirve).
Ahora añadimos la sal y la pasta de vainilla y batimos otra vez a velocidad baja.
Por último, echamos el chocolate derretido pero frío, y la bebida de almendras y batimos a velocidad media hasta que esté homogéneo; rebañamos las paredes, volvemos a batir y listo.
Vale, yo usé la boquilla de estrella abierta y espolvoreé un poco de azúcar rosa monísimo de la muerte encima, y quedaron preciosos, y no parecen para nada veganos, están riquisimos, y respetando a nuestros queridos animales, ¿qué más se puede pedir?, pues que no engorden ya que estamos.
Viva el veganismo.
Besitos de chocolate.
Ahora mezcláis harina, cacao, levadura, bicarbonato y sal en un bol, lo tamizáis y reserváis. Batís el azúcar con el aceite e incorporáis la leche de soja, el vinagre y la pasta de vainilla; cuando tengáis una mezcla homogénea, lo echáis en el bol de los ingredientes secos y removéis hasta que todo este uniforme.
Llenamos las capsulas con media cucharada en cada hueco y horneáis unos 25 minutos más o menos, o hasta que al pinchar un palillo, este salga sin migas pegadas y limpio.
Los dejamos enfriar en una rejilla y mientras tanto preparamos nuestro frosting.
Frosting de chocolate vegano:
- 227 g margarina de soja
- 125 g azúcar glasé
- 1 pizca de sal
- 2 cditas. pasta de vainilla
- 145 g chocolate negro picado
- 60 ml bebida de almendras sabor chocolate
Con las varillas de la batidora mezclamos a velocidad baja la margarina y el azúcar glasé bien tamizado durante un minuto (la margarina sacadla en ese momento de la nevera sino se pone demasiado blanda y no sirve).
Ahora añadimos la sal y la pasta de vainilla y batimos otra vez a velocidad baja.
Por último, echamos el chocolate derretido pero frío, y la bebida de almendras y batimos a velocidad media hasta que esté homogéneo; rebañamos las paredes, volvemos a batir y listo.
Vale, yo usé la boquilla de estrella abierta y espolvoreé un poco de azúcar rosa monísimo de la muerte encima, y quedaron preciosos, y no parecen para nada veganos, están riquisimos, y respetando a nuestros queridos animales, ¿qué más se puede pedir?, pues que no engorden ya que estamos.
Viva el veganismo.
Besitos de chocolate.
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