Grullas y Cupcakes: Bollos holandeses de canela

21.5.15

Bollos holandeses de canela


¡Hola, hola, hola!
Me he escaqueado de mis vacaciones para escribiros que os tengo abandonados totalmente, así que intentaré ser breve (si puedo hacerlo).
La semana ha empezado genial, con una escapadita los tres a tierras onubenses, pero ya estamos de vuelta, y claro, tenia que darle cariñitos al horno, así que hoy he recurrido a mi querido Ibán Yarza y he hecho unas caracolas de canela buenísimas, de esas que te llenas todos los dedos, y luego te los chuperreteas, y dices: ¡Me como otra del tirón!
Yo les doy un toque especial con un poco de harina de espelta, por eso de que es muy buena para el organismo, y como lo vamos a petar con azúcar, pues lo compensamos (o nos engañamos a nosotros mismos).
Bueno, son estupendas para desayunar, merendar, cenar... Que son estupendas a todas horas, son como los Cinnamon Rolls americanos pero con el relleno por todos lados, así que vamos con la receta que hoy viene de la mano de Pan Casero de Ibán Yarza pero adaptada a mi manera.

Bollos holandeses de canela:
  • 250 g harina de fuerza
  • 250 g harina de espelta blanca
  • 230 g leche semidesnatada templada
  • 80 g mantequilla blandita
  • 1 huevo grande
  • 25 g azúcar
  • 10 g levadura fresca
  • 1 cdita. sal
  • ralladura de medio limon
  • ralladura de media naranja
Rolling a tope:
  • 200 g azúcar muscovado
  • 2 cdas. canela molida
  • unas gotitas de agua
Primero disolvemos la levadura en la leche tibia, echamos todos los ingredientes restantes menos los del rolling, los mezclamos bien, y los dejamos reposar unos 15 minutos.
Ahora empezamos a amasar en la encimera, estirando la masa y haciendola rodar sobre si misma, a tope, con paciencia, que la masa deja de estar pegajosa super rápido, haciendo ejercicio que luego recuperamos fuerzas con los bollos.
Cuando llevamos unos 20 minutos amasando (podéis hacer pausas y dejar reposar la masa unos minutos entre amasados y así os resultará menos cansado), estará lisita y suave, toda mona ella, y entonces la pasamos a un bol aceitado y la dejamos tapada con un film hasta que suba bastante, casi que doble, dependiendo del calor que haga pues como 1 hora y media o así.
Cuando esté gordita, la pasamos a la encimera y la desgasamos amasándola durante 1 minuto, hacemos como un rulo con ella y la dividimos en 11 trocitos de 80 g más o menos, hacemos bolitas, y las boleamos, para ello, las hacemos girar entre nuestras manos para que quede una pelotita de masa.
Déjala reposar y mientras tanto, mezclamos el "Rolling a tope", echamos en un bol el azúcar moreno muscovado, la canela, si queréis un pelín de nuez moscada queda genial, y unas gotitas de agua para que se empape un poquito, y removemos con los dedos.
Forramos dos bandejas de horno con papel sulfurizado, y ahora con cada bola hacemos un bastoncito no muy largo, como de 15 cm, y vertemos un puñado de nuestro rolling en la encimera, cogemos uno de los palitos, y lo hacemos rodar por encima de la mezcla estirándolo para que penetre todo en la masa y esta tenga un tamaño de 40 cm. Intenta que todo el palo este cubierto de azúcar y canela, y prácticamente lo veas marrón, ahora enróllalo en espiral, con la punta final debajo del rollo, ponlo en una de las bandejas y aplástalo con la palma de la mano.
Repite este paso con toda la masa, y si te sobra mezcla de azúcar y canela, échasela por encima a los rollos y deja que fermente una hora para que se empapen bien de nuestra supermezcla.
Precalienta el horno a 240 º y, cuando estén gorditas otra vez, mételos y hornéalos 8 minutos, sácalos, ponlos a enfriar en una rejilla mientras tu casa se llena de un olor inigualable y cómetelos calentitos porque son un placer de otro mundo.
Bueno yo me voy que sigo de vacaciones.
Besitos de canela y azúcar moreno.

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